Bajo la luz de Acuario me despido de ti,
oh tú, mi conquistadora meridiana y austral.
Disfruto hoy, una nueva última vez,
paseando por tus caderas de sol y rocío.
Y mañana, pretérita ya, te recordaré
con la nostalgia de Hemingway
la picardía de Burroughs,
y la pasión de Trías.
Extrañaré, mirando al Naranco,
el color de tus mañanas
y los atardeceres de salitre y azahar.
Extrañaré, por otros verdes campos,
la personalidad de tus infinitas huertas,
de las acequias y el palmeral.
Secretamente te desearé Imperfecta,
inacabando nuestro existir para prolongarnos
más allá del castigo de una despedida recidiva.
Adiós, que intento y no puedo.
Adiós, que no sé si quiero.
Y cuando Venus acaricie a la Luna,
Acuario, te volveré a soñar.
fuente |
Acabo de descubrirte poeta de sentimientos profundos y existencialistas. Me agrada mucho todo lo que escribes.
ResponderEliminarSoy el anónimo anterior y como me llaman rata por no identificarme, lo hago ahora.
ResponderEliminarEs una pena que hayas dejado de escribir. Según te percibo, las letras son inherentes a tí, es una forma de sentir y expresarte. Aqui tienes a alguien que se deleita con lo que expresas. Anímate